Novedades
El pasado 18 de mayo se celebró en la ciudad de Tandil, la Asamblea
General Ordinaria correspondiente al ejercicio comprendido entre el 1º de enero
de 2023 al 31 de diciembre de 2023.
En la reunión participaron numerosos afiliados provenientes de distintos
distritos de la provincia.
El acto dio comienzo a las 11 horas con la presencia de la totalidad de
los miembros titulares del Directorio. En la oportunidad fueron considerados y
aprobados el Informe de la Comisión Fiscalizadora, la Memoria, el Balance y
Estados Contables, así como también la Proyección plurianual de ingresos,
egresos e inversiones y la consideración de las pautas fundamentales de reforma
de la ley de la Caja.
La jornada transcurrió en un ámbito cordial entre colegas, en la que se
intercambiaron ideas sobre los distintos temas relacionados al Orden del Día y
se tomó debida nota de propuestas efectuadas por los afiliados.
Palabras del Presidente, Dr. José Alberto Viegas Caetano
Este año la Caja de Previsión Social
para Bioquímicos cumple 40 años de vida.
La misma fue creada bajo la
ley 10086/83, promulgada el año 1983, comenzando su funcionamiento
efectivo en octubre de 1984.
Pasaron 40 años y hoy, mientras en el mundo
crece la expectativa de vida, la menor proporción de trabajadores entre la
población general pone presión a futuro sobre los regímenes jubilatorios.
Durante el año 2023, las protestas en
Francia, en contra de la reforma de su presidente Macron, han puesto una luz de
alerta. Los argumentos no consiguen convencer a los franceses, que se
niegan a aceptar la explosiva situación que les espera en los próximos años.
Sin embargo, según la ONU y todos los organismos internacionales de previsión social, la esperanza de vida, sumada a la considerable
reducción de la natalidad en el último medio siglo, obligará a aumentar la edad
de la jubilación en todo el mundo.
Según un informe de
la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos): "Si
no se hace nada rápidamente para prolongar la duración de la vida laboral, en
las próximas décadas asistiremos a una reducción de los niveles de vida. Habrá cada vez menos personas en edad
de trabajar para financiar la pensión de cada vez más ancianos",
advierten en un informe.
La ONU estima que
el número de personas de más de 60 años totalizará 1200 millones en 2025 (15% de la población total) y 2000 millones
en 2050 (22% del total).
Por su parte,
gigantes demográficos como India y China, que reúnen 38% de los 7000 millones
de humanos de la Tierra, propagarán esa onda de choque que es la "globalización del envejecimiento". En
2050, un tercio de los chinos tendrá 60 años o más, consecuencia de la política
estatal (casamientos tardíos, baja natalidad, etc.).
A escala
mundial, cerca del 50 % de las personas que superaron la
edad legal de la jubilación no recibe ninguna pensión, y para muchos de los que la reciben, el nivel de las mismas
los deja por debajo del umbral de pobreza.
En todo caso, para
aquellos gobiernos que realmente se preocupan por sus administrados, los
sistemas de jubilación -ya sean por reparto o por capitalización- se han
convertido en un motivo de preocupación mayor. Y si bien las grandes
evoluciones de la población constituyen un problema común, la situación reviste
en cada país una dimensión particular que depende de dos factores: el grado de intensidad de las transformaciones demográficas y los
sistemas previsionales existentes. En ciertos casos, ajustes
relativamente modestos alcanzarán para perennizar el sistema; en otros, serán
necesarias reformas más radicales.
Hoy los sistemas
evolucionaron y reposan generalmente sobre financiamientos mixtos, a la vez por
los trabajadores y el Estado. En la mayoría de los países europeos, la pensión
es financiada mediante el sistema de reparto: las cotizaciones de los activos son utilizadas para pagar las
pensiones de los jubilados. Por el contrario, en un sistema
por capitalización, los trabajadores ahorran para su propia pensión. Las sumas
ahorradas pueden fructificar a través de fondos de pensión, como sucede, por
ejemplo, en Estados Unidos.
En cuanto al modelo europeo, las
sutilezas y diferencias son tantas que tal vez resulte mejor limitarse a
comparar el ingreso neto promedio de los mayores de 65 años al de la población
total. Entonces aparecen, al frente, Luxemburgo, Francia, Italia y
Portugal. Mientras que al final del pelotón, los bálticos y
los checos padecen un rezago importante en relación al resto de la población
cuando llegan a la pensión.
Si hay un país que deberá reforzar su
sistema jubilatorio a marcha forzada, es China. Por primera vez, ¡¡¡su
población disminuye!!! 850.000 personas menos en los
últimos 12 meses (nueve millones de nacimientos; poco menos
de diez millones de decesos). Y eso, sin contar con la pandemia de Covid.
Esto representa un
enorme problema para las jubilaciones. En el futuro próximo, el país perderá
tres millones de activos por año. En una década, los mayores de
60 años equivaldrán a 30% de la población. Y el costo de las
jubilaciones podría representar el 20% del PBI, cuando en Francia, por ejemplo,
es de apenas 14%.
Que ocurre con
América Latina: América Latina no escapa a la transición demográfica del
resto del mundo. Sus poblaciones serán cada vez más longevas,
volviendo los sistemas de pensión cada vez más costosos. Según
un informe de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) de
2015, países como Uruguay, la Argentina y Brasil destinaban el 10% de su PBI al
pago de pensiones, mientras que los demás se ubicaban por debajo del 5%.
Respecto del gasto
público total, lo destinado a pensiones era entre 25% y 40% en casos como
Colombia, Brasil, la Argentina y Uruguay, mientras que en el resto de la región
la proporción era menor del 20%, e incluso no llegaba al 5% en Perú.
Pero se estima que,
en los próximos 50 años, el costo de las pensiones en América Latina
prácticamente se duplicará, mientras que en los países de Unión Europea esos
gastos sólo se incrementarán en 20%. Esto implica un enorme desafío
para toda la región ¿Cómo financiar sus sistemas, teniendo
en cuenta que, en general, el debate se produce en contextos de escasez de
recursos, sin la posibilidad de plantear esquemas alternativos para obtener
ingresos que permitan hacer frente a estas situaciones?
En Estados Unidos,
país que generalmente se considera el reino de los fondos de pensión privados,
estos son extremadamente controlados por los representantes de los ahorristas:
sindicatos de funcionarios o de profesionales. En todo caso, el principal
financista del 61% de las pensiones pagadas a los jubilados estadounidenses es
el sistema público, el Social Security.
Estados Unidos
enfrentará, sin embargo, el mismo problema que Francia para poder mantener a
flote ese sistema. Aun cuando el Social Security sea mucho menos generoso que
los regímenes europeos -con una pensión que representa
el 51% del último salario, contra 74% en Francia- sus costos ya
comenzaron a exceder sus ingresos en 2021. Según todos los estudios, a menos de
hallar nuevas formas de financiación, las reservas se habrán agotado hacia
2035.
Con respecto a
nuestra Caja, además de considerar los efectos de las políticas aplicadas a
nivel nacional en los últimos años, es importante considerar el cambio ocurrido
en la pirámide poblacional que integra la Caja, donde la base de aportantes ha
disminuido drásticamente en relación al número de beneficiarios.
Tomando como
saludable una relación activos a pasivos superior a 4, esta era de 8,8 en 2005,
pasó a 5,1 en 2015, cuando la Caja cumplía sus 30 años, bajando drásticamente
en el año 2020 a 3,9 y en 2024 a 3,1.
Haciendo un poco de historia, nuestra
Caja otorgó sus primeras prestaciones, el 29 de octubre de 1985, a un año de su
creación. Fueron dos Jubilaciones Ordinarias a los Dres. CARLOS GIUDICE y PEDRO
MACARINI y una Pensión Extraordinaria a la Sra. Nylda Ferrara de Pujol.
Desde ese momento hasta hoy todas las
prestaciones se han ido pagando ininterrumpidamente, a pesar de los vaivenes
sociopolíticos que atravesó el país, y esto se basa esencialmente en un manejo
austero y eficiente de los recursos.
Como último punto
quiero hacer mención de las autoridades que fueron dando forma a esta
institución:
La primera Comisión
Directiva de la Caja fue constituida por el Dr. ANDRÉS FUENTES como presidente;
secretario, el Dr. ANTONIO SICA y tesorero el Dr. ENRIQUE CANTALUPI.
Fueron sucedidos en los siguientes
períodos por los doctores: Arístides Hernández; Jorge Dopazo; Vicente Trapé;
Mario Skliar y Mario Dicroce, quien lamentablemente nos dejó el año pasado,
para quedar conformada la actual Comisión Directiva.
No quiero olvidarme de mencionar a
todos los asesores, comisiones fiscalizadoras y administrativos, anteriores y
actuales, sin los cuales sería imposible llevar adelante la gestión, y que han
permitido, en una estructura absolutamente minimalista, trabajar con eficiencia
en el día a día.
Vaya nuestro reconocimiento y
agradecimiento para todos ellos.
Con esto damos comienzo oficialmente a
la asamblea ordinaria.